Este texto foi escrito pela mãe de uma das minhas colegas do projecto de Serviço Voluntário Europeu (a Laura, de Espanha). Quando ela me deu a ler isto, identifiquei-me de imediato, como se estivesse sido escrito exactamente sobre mim. Mas não foi. E é esse o poder da escrita.
Decidi partilhá-lo aqui, na sua língua original, pois sei que vão entender perfeitamente aquilo que nos quer transmitir. Quantas vezes nos esquecemos daquilo que já fomos?
"Infancia olvidada
Hubo una vez un adulto, al que se le olvidó parte de su infancia. Recordaba muchas vivencias, algunas buenas, otras malas. Pero había olvidado, la parte de su infancia, en que le gustó leer.
Su madre sí lo recordaba. Aquello que comenzó como un juego, el juego de irse a dormir. Mamá entraba todas las noches armada de un cuento. Primero era la sesión de cosquillas y luego venia el premio, un cuento nocturno. Mamá leyó cuentos, tantos, que el niño que todavía no sabia leer, se los aprendía de memoria.
Luego el niño aprendió a leer y él mismo se los leía a mama y su hermanita que llegó después. Cuentos de príncipes y ranas, de lobos solitarios, de tortugas escondidas en jardines. Y poco a poco, fué creciendo. Mamá muchas noches, de madrugada, al levantarse para ir al baño, veía la rayita de luz por debajo de la puerta, el niño estaba otra vez leyendo.Y tenía que apagarle la luz, no eran horas de leer, eran horas de irse al país de los sueños. El niño leía y leía, libros de casa, de la biblioteca, libros prestados. Pero siguió creciendo y un dia, no se sabe como, dejó de leer. Y lo que es peor, de adulto olvidó que había leído. Pero dentro de él estaba plantada una semilla, la que dejan las páginas leídas. Un día, quizá cuando tenga un hijo, esa semilla vuelva a brotar, y aunque sea a través de cuentos infantiles, las palabras volverán a ser leídas, a ser soñadas, volverán a tener alas y volarán, como pájaros azules sobre el cielo estrellado."
Lola Menargues
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